jueves, 23 de agosto de 2007

El acontecer de la indignidad

Tener un trabajo implica dignidad, es el ingreso en el sistema de la renta circular y un existir forjado en el esfuerzo propio.

La tasa de desempleo oficialmente -e irreal- es del 12% y la mitad de los empleados no realiza aportes jubilatorios. Por un lodo, están aquellas personas que padecen la situación marginal del desempleo y por otro, los empleados que sufren la situación de un futuro sin oriente. Un plan es un pensado, un designio, un proyecto preteridamente organizado para llevarlo a la realidad. Todo plan es un sistema ordenado de medios con el fin de un objetivo.
En Tucumán un plan es un presente sin futuro. “Es un anterior sin ulterior”. Un plan es la indignidad de la necesidad material y el provecho de quien suspira por estar en el poder. Un plan es ser en la estadística y no ser en la existencia empírica.
La indolencia del estado aparece en la realidad, esa realidad que duele pero que pocos ven. En un semáforo, en las casas que no son un hogar imaginable, en los 200000 desnutridos más, en definitiva… en la inmoralidad de un futuro que no existe como posibilidad.

martes, 21 de agosto de 2007

La educación: lo pretérito, lo lejano

¡Gloria y loor!
¡Honra sin par para el grande entre los grandes,
Padre del aula, Sarmiento inmortal!


Las funcionales obras

En una provincia de la posibilidad total, nada asombra. El todo potencial, otrora permisivo por el silencio mayoritario es un largo amanecer de rayos oscuros.
Érase una vez en el jardín de la republica, miembros de una escuela llamada Ricardo Gutiérrez fueron sumariados por pretender cometer el pecado de la pregunta, el primer eslabón de una investigación, el impulso de la duda natural, el despertar del sentido interior.
Al parecer en Tucumán, una pequeña aula tiene el costoso precio de $62.000. A algunos directivos de la escuela les llamo la atención y brotó el sentido común, ¿puede un aula costar tanto? Y en nuestros lares, cuando el silencio no es natural, debe erigirse en el autoritarismo.
Los ventiladores de techo en la mencionada escuela son una utopía, aunque ¿ventiladores? ¿Para qué? Si allí recientemente un techo se desmoronó, ¿con que sentido invertir en la destrucción plausible?

Comunes ejemplos

En la escuela Irigoyen los alumnos quedan parados por falta de asientos y además viven la particular aventura que cuando llueve afuera, también sucede adentro.
En Manuela Pedraza centenares de virtuales alumnos resultan excluidos del sistema al no poder ir hasta Bella Vista

Aquella distante educación

La pretérita educación sarmientina, paradigma de cultura y valores, sufre la oscuridad del eclipse de la ignorancia y el pragmatismo de nuestro gobernante.
La sobre valoración de los precios forja escuela para liliputienses, los techos son tan bajos que los estudiantes sufren el frió en invierno y padecen el calor en verano.
En Tucumán, gracias al modelo educacional imperante 20000 chicos quedan exceptuados del sistema. Solo un número dentro de un modelo, pero las personas son más que un escarchado concepto.
Educar es formar. Pero el determinismo gubernamental inquiere la ignorancia como funcional a los deseos de quien gobierna.

lunes, 6 de agosto de 2007

La Apaideutokratia

La Apaideutokratia es el gobierno de los que carecen de instrucción, de los ignorantes, en un devenir platónico sería el gobierno de la apariencia.
Nuestro país vive un proceso de sucesos ilusorios, un acontecer que carece de una inteligencia superadora y real.
No hay que negar que el gobierno kirchnerista tuvo aciertos como la negociación de la deuda externa, un sinceramiento -aunque a medias- del pasado, una mejor corte suprema y una administración de la crisis económica.
Sin embargo, la apariencia cubre el velo de lo real

La realidad, el mundo inteligible y lo lejano

La actitud de transformar los derechos humanos en política debería ser mas vergonzante, mucho más poderosa y no tan vengativa con las disminuidas fuerzas armadas; una educación correcta es más prolífica que la destrucción de una parte de nuestra historia. El respeto a los hombres consumidos en su ideal debería ser obligación y no utilidad.

La indiferente economía


Argentina tiene que amigarse con el mundo de una forma inteligente, funcional y honesta (no como en los noventas). Las inversiones controladas serian un trascendental (no se entiende), al igual que el fortalecimiento en base a un Logos del MERCOSUR. La planificación debería ser un imperativo categórico al estilo kanteano, esta simple estratagema intelectual yacería un escollo ineludible a problemas como el energético.
El trabajo real está socavado tras la apariencia de las tinieblas y los planes, los cuales se miden como labor real, pero son sueldos nimios que no generan aportes jubilatorios.
Por otro lado, la cooparcipación fruto del utilitarismo determinista de los dioses cimarrones del panteón rosado con miras a las elecciones de octubre es un paisaje impresionista de la dependencia fiscal de las provincias.
El hecho que la economía esté mejor, es un manto inerte que extermina la verdad epocal.
Todo sistema caduca y el actual necesita abandonar su crisálida inicial, para así poder al fin remontar a los cielos del desarrollo integral y solidario.

El acontecer de la Corrupción

El vaciamiento de la honestidad inquiere en mentiras que parecen verdades como las del Indec, un organismo preteridamente serio y sincero.
Hechos como los de Romina Picolotti, Nilda Garre, Felisa Miceli y Skanska son apenas gotas del ancho mar en el cual nada el gobierno argentino.

La expiración de la republica


La nación republicana llora en un adagio lento que corea: “La pereza del pensar es el comienzo de los totalitarismos”, su forzosa muerte inunda en lágrimas la pantomima.
La acumulación política no es acumulación de poder, el amontonamiento irracional es simple utilidad, pero también, una incisiva arma de doble filo. Ante una situación critica y el desvelo de la apariencia, ¿Que le garantizara a los Kirchner que aquellos pretéritos utilitaristas de siempre estarán a su lado? Nada, ni nadie.
La teórica nueva política es un cambio de discurso con los mismos nombres de los vilipendiados noventas, el modo de decir la política ha cambiado en erística adornada pero la republica se entristece en símiles prácticas. El sistema determinista es causado por análogas instituciones y reglas iguales a las del pasado.
Somos un país anacrónico, culturalmente rico, con un pasado precioso en hombres y mujeres trascendentes a su tiempo. Hoy tenemos un gobierno que administra su crisis, pero no la supera.
El todo debe construirse con valentía o se es nada. No es el todo Hegeliano- del cual dice gustar Kristina -el que hace al hombre, sino, el hombre el que debe hacer su historia.

Post escrito para argenlibre.blogspot.com

http://argenlibre.blogspot.com/2007/08/la-apaideutokratia.html