jueves, 23 de agosto de 2007

El acontecer de la indignidad

Tener un trabajo implica dignidad, es el ingreso en el sistema de la renta circular y un existir forjado en el esfuerzo propio.

La tasa de desempleo oficialmente -e irreal- es del 12% y la mitad de los empleados no realiza aportes jubilatorios. Por un lodo, están aquellas personas que padecen la situación marginal del desempleo y por otro, los empleados que sufren la situación de un futuro sin oriente. Un plan es un pensado, un designio, un proyecto preteridamente organizado para llevarlo a la realidad. Todo plan es un sistema ordenado de medios con el fin de un objetivo.
En Tucumán un plan es un presente sin futuro. “Es un anterior sin ulterior”. Un plan es la indignidad de la necesidad material y el provecho de quien suspira por estar en el poder. Un plan es ser en la estadística y no ser en la existencia empírica.
La indolencia del estado aparece en la realidad, esa realidad que duele pero que pocos ven. En un semáforo, en las casas que no son un hogar imaginable, en los 200000 desnutridos más, en definitiva… en la inmoralidad de un futuro que no existe como posibilidad.

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