El gobernador en su retórica metafísica reconoce ensuciarse los zapatos como algo merecedor de reconocimiento, cuando en realidad los cimientos marrones de la periferia tucumana son signos de indignidad.
La incultura, la pobreza, el velo de la apariencia y la necesidad son funcionales al voto de quien desee conseguir o mantener un cargo. Pero ¿por que?
El pobre es más sencillo de comprar ya que carece de una educación lo suficientemente capacitada para discernir. A su vez la necesidad imperante es el estomago y no el filosofar, los hombres que en su nivel socioeconómico superan las necesidades primigenias tales como el alimento y la bebida ponen la vista en problemas ajenos a la supervivencia, el pobre no.
Incluso este tipo de política basada en la dadiva es más barata para el gobernante ya que no tiene que darle un trabajo digno y mucho menos educación paga. El trabajo se suplanta por el plan y para la educación no hay tiempo ya que el niño de familia indigente debe comenzar a ocuparse de buscar la mina de oro convertida en unas pocas monedas o un billete de Mitre que lo mira avergonzado y triste.
Ensuciarse los zapatos no es digno, es sumamente patético, ensuciarse los zapatos es el reconocimiento de la derrota de una patria azotada por incultos, ensuciarse los zapatos es la sonrisa de la indignidad manifiesta, ensuciarse los zapatos es un adagio lento y melancólico.
400.000 = el numero de la derrota
1 comentario:
En verdad.. odio la política.
Pienso, q si bien la necesidad del indigente es mucho mayor a la de una persona medianamente estable y con trabajo, los años de pobreza endurecen los corazones de los hombres, y el voto se hace difícil. Muchas personas se cierran en la desconfianza completa, e incluso, aunq hallan favores se niegan a aceptarlos.
La pobreza no es excusa para la falta de educación. Cualquier padre puede - por amor - procurar e incentivar en su hijo por su mayor esfuerzo, a leer, culturizarse, estar atento a los acontecimientos públicos.
La pobreza es la consecuencia del amor a la pereza y la calle.
El contexto y el destino no existen si no bajo nuestras miradas..
n_n
Lo prometido es deuda *~
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